Con su flamante intendente electa, Silvina Gonzalez, se encuentra en el departamento Colón.

Mapa de la ubicación de Colonia Hocker señalando que está cerca de la ruta 130 muy cerca de la Ciudad de Villa Elisa; y San José en Entre Ríos.

Fuente: http://regionatlantica.com/

En el Departamento de Colón, provincia de Entre Ríos, se encuentra la pintoresca Colonia Hocker. Para llegar hasta ese lugar se puede transitar desde Villa Elisa un camino de ripio de 12 Km; la otra alternativa es viajar desde Colón, desde la Ruta 14, tomando un camino también de ripio, pero de unos 9 Km.

La extensión del pueblo tiene cuatro cuadras por cuatro, y en su centro se hayan la Iglesia, el club, la escuela y la cancha de fútbol. Las casas bajas, la vida tranquila, las tardes silenciosas, algún que otro perro que anda libre y uno que otro gaucho entrerriano a caballo completan el paisaje.

LOS ORÍGENES

Carina Pralong es docente y tiene sus raíces en Colonia Hocker. Aquí llegaron sus antepasados, se unieron sus padres, formaron una familia y apostaron a quedarse. Por estas razones, ella es la indicada para hablarnos de este rincón entrerriano.

El nombre de la Colonia alude al alemán Enrique Hocker, quien tenía una estancia de 2700 hectáreas, las cual decide parcelar y vender en la época de la colonización, cuando Justo José de Urquiza trae a más de 300 familias de los Alpes Suizos franceses: “Hocker fracciona su estancia en cien lotes de 27 hectáreas y los hijos de los primeros llegados a San José (Entre Ríos), que es la cuna de la colonización, empiezan a comprar estos terrenos, entre ellos estaban mis abuelos, y así se funda el pueblo”, señala Pralong. Ella agrega que el grueso de esta inmigración alpina se dio sobre todo entre 1853 y 1860, con el arribo de cinco barcos.

Cuando los inmigrantes llegaron trajeron sus sueños, sus costumbres y se adaptaron al terreno y a los materiales disponibles. De esta manera, lo reflejaron en sus construcciones levantando viviendas bajas con amplias galerías orientadas mirando al sol, constituyendo las típicas casas de campo: “La mayoría de los inmigrantes que llegaron eran agricultores, dedicados a la cría de ganado, pero también había herreros, carpinteros, que trajeron sus oficios y sus herramientas en las maletas. En la zona tenemos museos que atesoran estos instrumentos y útiles de trabajo, materiales que los acompañaron en el viaje, tales como el Museo Histórico Regional de Colonia San José y Museo Histórico Regional de Villa Elisa”.

En cuanto a las tradiciones y costumbres de estas raíces inmigrantes, nuestra entrevistada describe que “ahora se valoran un poco más que antes, es como que las hemos reencontrado, más allá de que los abuelos nos transmitieron costumbres, recetas, vocablos, se fueron perdiendo, sobre todo el idioma. En cuanto a las costumbres y recetas, obviamente que quedan en las familias y desde hace unos cuantos años hubo un fenómeno de reencontrarnos con nuestros primos, de ver nuestro árbol genealógico e investigar los lugares de donde venían, cómo es dónde viven ahora”.

COLONIA HOCKER Y EL ALMACÉN DON LEANDRO: REINVENTARSE PARA SEGUIR

La historia de Colonia Hocker es rescatada desde el tradicional Almacén Don Leandro, emprendimiento que actualmente lleva adelante Carina junto a su familia, pero que tiene una historia de cincuenta años en total. Allí se reúnen las anécdotas y la gente, los momentos y las pasiones, acompañados por la comida: una picada de campo, un rico asado entrerriano, escabeches, postres alpinos, o una copa de “revienta gauchos” (licor de naranja elaborado artesanalmente), de “voltea chinas” (licor de limón) o del “silencia loros”, que es el típico licor de yatay, hecho con los dátiles de los palmares de la zona: “Con mucho gusto tratamos de transmitirle al visitante esta historia tan particular que tenemos y también a través de las recetas tratamos de despertar la curiosidad de los habitantes”.

“Mi papá es el que da nombre al lugar, que es emprendimiento turístico, restaurante de campo y una venta de productos elaborados por nosotros, surgido hace 23 años. En aquel entonces mis papás estaban a punto de cerrar el almacén porque la gente ya no compraba en estos lugares sino en supermercados. Estos almacenes empiezan a apagarse en los pequeños pueblos, eran lugares que además de aprovisionar a la familia servían de contacto social, pero que empezaron a cerrarse. En aquellos tiempos yo tenía 20 años y tuve la suerte de vivir un año en los Alpes Suizos, y volví revolucionada con el turismo rural, que en aquel entonces era bastante nuevo en esta zona, donde las termas todavía no existían”– explica- “entonces empezamos a pensar qué hacer, qué ofrecer y qué era lo que sabíamos hacer y así surgió la idea de las cabalgatas, los paseos en sulky y las picadas con productos típicos”.

Imagen de almacién de campo con bebidas, chorizos secos. Detras del mostrador se encuentra posando para la foto Don Leandro.

LA COLONIA: AYER Y HOY

En cuanto a la actualidad, Pralong cuenta que “Es un pueblo de unos cien habitantes, que de alguna manera se ha quedado en el tiempo, si es que se puede decir así. Pintaba muy pujante allá por el 1880, inclusive más que Villa Elisa, pero luego pasa el tren por Villa Elisa y estas colonias quedaron un poco olvidadas, llegó muy tarde la luz eléctrica, el ripio, y la gente se fue yendo de la Colonia quedando un pueblo muy pequeño”-cuenta- “En la época de apogeo eran unos 350 habitantes y hoy somos unos 130 más o menos”. No obstante, hoy sigue siendo un lugar cercano, donde uno puede «darse la vuelta» y sumergirse en la historia de los inmigrantes suizos que construyeron esta zona argentina, de sus costumbres y de sus sabores.

Entrevistamos a la primera Presidente Comunal de la historia Silvina Gonzalez.
Ir al contenido